Malrotación del intestino y vólvulo en los niños
¿Qué es la malrotación del intestino en los niños?
La malrotación del intestino es una anomalía congénita (un defecto de nacimiento). Ocurre cuando el tracto intestinal del bebé no se forma correctamente durante la gestación. La malrotación sucede cuando el intestino del bebé no rota de la manera correcta.
Esto puede causar un problema llamado vólvulo después del nacimiento del pequeño. En esta afección, se produce la torsión del intestino del bebé. Esto puede provocar una obstrucción intestinal. También se interrumpe el flujo de sangre al intestino. Esto quizás cause daños al intestino del bebé.
La mayoría de los niños con esta afección tienen síntomas durante el primer año de vida. Algunas personas que tienen malrotación pasan toda su vida sin tener ningún síntoma y jamás se les diagnostica la afección. Puede que otras personas no tengan síntomas hasta la adolescencia o la edad adulta.
¿Cuáles son las causas de la malrotación o del vólvulo en los niños?
La malrotación ocurre en las primeras etapas del embarazo cuando los intestinos del bebé no se forman de la manera correcta. Los proveedores de atención médica no saben por qué ocurre esto.
La causa del vólvulo es la malrotación. Esta afección provoca la torsión del intestino delgado alrededor de la arteria mesentérica superior. No todas las personas que nacen con una malrotación tendrán un vólvulo.
¿Cuáles son los niños que corren riesgo de tener una malrotación?
La malrotación ocurre en los varones y en las niñas por igual. Sin embargo, son más los varones que tienen síntomas antes del primer mes de vida en comparación con las niñas.
Los bebés con otros problemas de salud corren un riesgo más alto de tener una malrotación. Estos problemas incluyen hernia diafragmática, onfalocele y atresia duodenal.
¿Cuáles son los síntomas de la malrotación y el vólvulo en los niños?
Los síntomas pueden presentarse de manera diferente en cada niño. Pueden incluir lo siguiente:
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Vómitos de líquido digestivo de color verde (bilis)
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Contracción de las piernas
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Dolor de estómago
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Distensión abdominal
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Diarrea
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Estreñimiento
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Sangrado rectal
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Retraso en el desarrollo
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Frecuencia cardíaca acelerada
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Respiración acelerada
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Sangre en las heces
Los síntomas de la malrotación pueden ser parecidos a los de otros problemas de salud. El proveedor de atención médica de su hijo es quien debe diagnosticar esta afección.
¿Cómo se diagnostican la malrotación y el vólvulo en los niños?
El proveedor de atención médica le hará preguntas sobre la historia clínica del niño. También examinará a su hijo.
Tal vez haya que hacerle al niño pruebas que donde se observen imágenes del interior de su cuerpo (estudios de diagnóstico por imágenes). En estas pruebas se observará la posición del intestino del niño y si hay una torsión o una obstrucción.
Las pruebas pueden incluir lo siguiente:
Análisis de sangre
Pueden hacerle al niño análisis de sangre para un control de los electrolitos.
Sangre oculta en las heces con guayacol
Pueden hacerle al niño una prueba para detectar la presencia de sangre en las heces.
Tomografía computarizada
Permite obtener imágenes detalladas de cualquier parte del cuerpo. Se mostrarán los huesos, los músculos, la grasa y los órganos del niño. Estas imágenes son más detalladas que las que se obtienen en las radiografías generales.
Radiografía abdominal
Esta prueba permite ver si el niño tiene obstrucciones intestinales.
Estudio de la deglución con bario (serie gastrointestinal superior)
Esta prueba permite examinar los órganos de la porción superior del aparato digestivo del niño. Para esta prueba, su hijo tendrá que tragar bario. Es un líquido metálico que recubre el interior de los órganos. Facilita su visualización en una radiografía. Luego el proveedor de atención médica del niño tomará una radiografía de estos órganos. Esta prueba permite observar si el intestino delgado está ubicado de manera anormal y si hay obstrucciones y otros problemas.
Enema de bario
Esta prueba permite examinar el intestino grueso. El proveedor de atención médica le hará al niño un enema de bario. Luego tomará radiografías del abdomen. Es posible que esta prueba revele que el intestino grueso del niño no está en el lugar correcto.
Sigmoidoscopia flexible
Se realiza para detectar la presencia de un vólvulo. El proveedor de atención médica introduce en el recto un tubo pequeño que tiene una luz y una cámara para observar la sección inferior del tubo gastrointestinal, el recto y el colon del niño.
¿Cómo se tratan la malrotación y el vólvulo en los niños?
El tratamiento dependerá de los síntomas, de la edad y del estado de salud general de su hijo. También dependerá de la gravedad de la afección.
El vólvulo es un problema que pone en peligro la vida. Esto se debe a que el intestino puede morir (necrosarse) cuando se produce su torsión y no recibe el suministro de sangre suficiente.
Es posible que haya que administrarle al niño líquidos por vía intravenosa para prevenir la deshidratación. También puede necesitar antibióticos para prevenir una infección. Quizás el niño también necesite una sonda nasogástrica. La sonda puede introducirse por la nariz y bajarse por la garganta y el esófago hasta llegar al estómago. Puede evitar la acumulación de gas.
A un niño que tiene un vólvulo se le debe hacer una cirugía lo antes posible. El cirujano arreglará la torsión intestinal del niño. También revisará el intestino para ver si tiene daños. El intestino del niño se tornará de color rosado después de la reversión de la torsión y del retorno de la circulación.
Si el intestino está sano, se lo reintroducirá en el abdomen. Esto cambiará la ubicación del apéndice del niño. Esto tal vez les dificulte a los proveedores de atención médica diagnosticar los problemas del apéndice en el futuro. Debido a este riesgo, es probable que también le extirpen al niño el apéndice en este momento.
Si el proveedor de atención médica del niño no está seguro sobre el suministro de sangre, se puede arreglar la torsión y reintroducirse el intestino en el abdomen del niño. Al niño le harán otra cirugía después de transcurridas 24 a 48 horas. Si hay daños en el intestino, se extirpará la porción dañada.
Si esta es grande, tal vez haya que extirpar una porción importante del intestino. En este caso, será necesario hacerle al niño una colostomía para normalizar el funcionamiento del aparato digestivo.
En una colostomía, los dos extremos sanos del intestino salen a través de aberturas en el abdomen. Las heces pasarán por la abertura (estoma) y luego a una bolsa de recolección. La colostomía puede ser temporal o permanente. Esto depende del tamaño de la porción de intestino que se haya extirpado.
¿Cuáles son las complicaciones posibles de una malrotación o de un vólvulo en los niños?
Un vólvulo puede ocasionarle al niño una obstrucción intestinal. Esto puede impedir la correcta digestión de los alimentos. También puede interrumpir el suministro de sangre a la porción donde se produjo la torsión intestinal. Esto puede provocar la muerte (necrosis) de esa porción del intestino.
La malrotación también puede causar bandas de Ladd. Estos son unos cordones de tejido que se forman entre el ciego y la pared intestinal. Esto también puede llevar a la formación de una obstrucción y a que no puedan digerirse los alimentos.
Un niño puede deshidratarse rápidamente cuando se produce una obstrucción intestinal.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a vivir con una malrotación?
La mayoría de los niños que fueron sometidos a la reparación quirúrgica de un vólvulo no suelen tener problemas crónicos, si no tenían ningún daño intestinal.
Los niños con una lesión intestinal a los que se les extirpó la porción dañada pueden tener problemas crónicos. La extirpación de una porción importante del intestino puede afectar la digestión. Esto puede impedir que el niño reciba suficientes alimentos y líquidos. Debe ofrecerle al niño comida y líquido con frecuencia para asegurarse de que reciba la cantidad suficiente de nutrientes.
Información importante sobre la malrotación y el vólvulo en los niños
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La malrotación ocurre cuando el intestino no rota de la manera correcta. Un vólvulo ocurre cuando se produce una torsión intestinal. Esto causa una obstrucción intestinal.
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Los síntomas más comunes son vómitos de bilis, dolor abdominal, diarrea o estreñimiento, y heces con sangre.
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Se considera que el vólvulo es un problema que pone en peligro la vida. Esto se debe a que el intestino puede morir (necrosarse) cuando se produce su torsión y no recibe el suministro de sangre suficiente.
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Si su hijo tiene un vólvulo, es probable que lo sometan a una cirugía lo antes posible para evitar daños.
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La mayoría de los niños que fueron sometidos a la reparación quirúrgica de un vólvulo no suelen tener problemas crónicos, si no tenían ningún daño intestinal.
Próximos pasos
Consejos para aprovechar al máximo la visita con el proveedor de atención médica de su hijo:
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Tenga en claro la razón de la visita y qué quiere que suceda.
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Antes de la consulta, anote las preguntas que quiere hacer.
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En la consulta, anote el nombre de los diagnósticos nuevos y de todo medicamento, tratamiento o prueba nuevos. También anote las instrucciones nuevas que el proveedor le dé para el niño.
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Sepa por qué se receta un tratamiento o un medicamento y cómo ayudará a su hijo. Conozca los efectos secundarios.
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Pregunte si la afección de su hijo se puede tratar de otra forma.
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Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.
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Sepa qué esperar si su hijo no toma el medicamento, si no se hace la prueba o no se somete al procedimiento.
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Si su hijo tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de la consulta.
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Sepa cómo comunicarse con el proveedor de atención médica del niño fuera del horario de atención y los fines de semana y días feriados. Esto es importante en caso de que su hijo se enferme y usted tenga preguntas o necesite ayuda.