Hemorragia subaracnoidea

¿Qué es una hemorragia subaracnoidea?

La hemorragia subaracnoidea es un sangrado en el espacio entre el cerebro y la membrana que lo recubre. Con mayor frecuencia, ocurre cuando una zona débil de un vaso sanguíneo (aneurisma) en la superficie del cerebro se rompe y pierde líquido. Luego, la sangre se acumula alrededor del cerebro y dentro del cráneo. Esto aumenta la presión sobre el cerebro. Puede causar daño a las células cerebrales, problemas permanentes y discapacidades.

Cuando un aneurisma se localiza en el cerebro, se llama aneurisma cerebral, intracerebral o intracraneal. Un aneurisma cerebral suele desarrollarse durante un tiempo largo y es posible que no cause ningún síntoma antes de que se rompa (ruptura). La mayoría de los aneurismas se desarrollan después de los 40 años. 

¿Cuáles son las causas de una hemorragia subaracnoidea?

La hemorragia subaracnoidea puede causar un tipo de ataque cerebral llamado ataque cerebral hemorrágico. Este tipo de ataque cerebral provoca sangrado dentro del cerebro. La mayoría de las hemorragias subaracnoideas se deben a un sangrado después de la ruptura de un aneurisma cerebral. Es diferente de un ataque cerebral isquémico, que se produce por un coágulo de sangre.

Este sangrado puede atravesar el tejido cerebral y filtrarse hacia la zona fuera del cerebro. Esta zona se llama espacio subaracnoideo. Esto puede poner la vida en peligro. La sangre del sangrado puede comprimir o desplazar tejido cerebral vital. Si el sangrado es grave, puede provocar un coma. O puede provocarle una parálisis.

Síntomas de una hemorragia subaracnoidea

Los siguientes son algunos de los síntomas frecuentes:

  • Dolor de cabeza intenso, el peor dolor de cabeza que haya tenido y que es diferente a otros dolores de cabeza

  • Pérdida del conocimiento (puede ser breve o prolongada)

  • Visión doble

  • Náuseas o vómitos

  • Dificultad para hablar

  • Párpados caídos

  • Confusión y dificultad para concentrarse

  • Sensibilidad a la luz

  • Rigidez del cuello

  • Dolor de cuello

  • Convulsiones

Estos síntomas pueden ser parecidos a otros problemas de salud. Busque atención médica de inmediato si tiene estos síntomas.

Un aneurisma cerebral puede provocar una hemorragia subaracnoidea. Un aneurisma cerebral puede causar estos síntomas:

  • Dolor alrededor del ojo

  • Cambios en la visión, como visión doble

  • Dilatación de las pupilas

  • Debilidad o entumecimiento de un lado del cuerpo

  • Pérdida de la audición o problemas con el equilibrio

  • Convulsiones

  • Problemas con la memoria

¿Cómo se diagnostica una hemorragia subaracnoidea?

Si tiene síntomas de hemorragia subaracnoidea, es posible que necesite varias pruebas para obtener un diagnóstico:

  • Tomografía computarizada. En esta prueba, se usan rayos X y una computadora para generar imágenes horizontales (axiales) del cerebro. Estas imágenes son más detalladas que las que se obtienen en las radiografías generales.

  • Resonancia magnética. En esta prueba, se usan imanes grandes, ondas de radio y una computadora para generar imágenes detalladas del cerebro. No se usan rayos X.

  • Angiograma. Durante esta prueba, se inyecta un medio de contraste en el vaso sanguíneo. Luego, se toman radiografías para evaluar el flujo de sangre a través de estos vasos.

  • Punción lumbar. En esta prueba, se coloca una aguja especial en la parte baja de la espalda, dentro del conducto vertebral. Se puede medir la presión del conducto vertebral y del cerebro. Permite extirpar una cantidad pequeña de líquido cefalorraquídeo (LCR). El LCR se analiza en busca de sangre.

Vista lateral de corte transversal de la columna vertebral lumbar donde se observa una punción lumbar.

Por lo general, no se hace un diagnóstico de aneurisma cerebral hasta que ya se haya producido una hemorragia subaracnoidea.

¿Cómo se trata una hemorragia subaracnoidea?

Una hemorragia subaracnoidea es una emergencia médica. Se necesita tratamiento inmediato para reducir el riesgo de daño cerebral permanente. El objetivo principal es detener el sangrado y evitar que vuelva a sangrar. Se pueden administrar medicamentos para prevenir el vasoespasmo y controlar la presión arterial alta. Se suspende el uso de otros medicamentos, como los anticoagulantes. A menudo, un proveedor de atención médica puede hacer una cirugía para colocar un clip pequeño, o stent, en el vaso sanguíneo. Esto se hace para evitar que la sangre se filtre al cerebro.

Algunos tipos de aneurismas se pueden tratar con una bobina endovascular desmontable. Este procedimiento está a cargo de un radiólogo o de un neurocirujano. Se hace con un corte pequeño (incisión) en la ingle. A través de la incisión, se introduce un tubo delgado llamado catéter hasta la arteria de la pierna. Se empuja hacia la arteria de la cabeza donde está el sangrado. El tiempo de recuperación de este tipo de tratamiento es mucho más corto que el de la cirugía tradicional. Pero no todos los aneurismas pueden tratarse de esta manera. El proveedor de atención médica determina si puede hacerse este tratamiento después de hacerle una angiografía.

Parte del tratamiento a largo plazo de una hemorragia subaracnoidea incluye abordar cualquier factor de riesgo que pueda haber contribuido a desencadenar el sangrado. Uno de los mayores factores de riesgo es fumar. Si fuma, es importante que intente dejarlo. Si necesita ayuda para dejar el hábito, hable con el proveedor. Podrá ofrecerle asesoramiento, apoyo y recursos. También es importante lograr un mejor control de ciertas afecciones, como la diabetes, el colesterol alto o la presión arterial alta. Mantener un peso saludable y llevar una dieta saludable también puede reducir el riesgo.

¿Cuáles son las posibles complicaciones de una hemorragia subaracnoidea?

Después de una hemorragia subaracnoidea, puede haber complicaciones graves. La hinchazón en el cerebro (hidrocefalia) es uno de los problemas posibles. Se debe a la acumulación de LCR y sangre entre el cerebro y en el cráneo. Esto puede aumentar la presión sobre el cerebro. Una hemorragia subaracnoidea también puede irritar y dañar otros vasos sanguíneos del cerebro y hacer que se contraigan. Esto reduce el flujo de sangre al cerebro. Si el flujo de sangre se ve afectado, puede ocurrir otro ataque cerebral. Esto puede provocar aún más daño cerebral. En casos graves, el sangrado puede causar daño cerebral, parálisis o coma permanentes.

¿Cuándo debo llamar al proveedor de atención médica?

Cuanto antes se controle el sangrado en el cerebro, mejores serán las perspectivas. Obtenga atención médica de emergencia si tiene algún signo, como los siguientes:

  • Convulsiones

  • Dolor de cabeza intenso, el peor dolor de cabeza que haya tenido

  • Náuseas y vómitos con dolor de cabeza

  • Visión doble

  • Rigidez del cuello

  • Dificultad para hablar

  • Párpados caídos

  • Confusión y dificultad para concentrarse

  • Sensibilidad a la luz con dolor de cabeza

Información importante sobre la hemorragia subaracnoidea

  • La hemorragia subaracnoidea es un sangrado en el espacio que rodea el cerebro.

  • Es potencialmente mortal y una emergencia médica.

  • Suele ocurrir en personas mayores de 40 años.

  • Uno de los primeros síntomas suele ser un dolor de cabeza intenso. Esto suele ir seguido de pérdida del conocimiento.

  • Busque atención médica de inmediato si alguno de los síntomas anteriores aparece en usted o en un ser querido.

Próximos pasos

Consejos para aprovechar al máximo la visita con el proveedor de atención médica:

  • Tenga en claro la razón de la cita médica y qué quiere que suceda.

  • Antes de la consulta, anote las preguntas que quiere hacer.

  • Lleve a un acompañante para que lo ayude a formular las preguntas y a recordar qué le dice el proveedor.

  • En la consulta, anote el nombre de los diagnósticos nuevos y de todo medicamento, tratamiento o prueba nuevos. También anote las instrucciones nuevas que el proveedor le dé.

  • Sepa por qué se indica un tratamiento o se receta un medicamento y para qué sirven. También conozca los efectos secundarios a los que debe estar atento y el momento en que debería comunicarlos a su proveedor de atención médica.

  • Pregunte si la afección se puede tratar de otra forma.

  • Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.

  • Sepa qué esperar si no usa el medicamento o no se hace la prueba o el procedimiento.

  • Si tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de la consulta.

  • Sepa cómo comunicarse con el proveedor si tiene preguntas.

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